Danza khuyanakuy del carnaval haquireño

 

En el Perú existen carnavales urbanos, semi-urbanos y rurales y así mismo difieren en las regiones de la costa, los andes y la amazonia. Dentro de carnaval andino, cada localidad mantiene sus elementos propios y dentro de estos, en Haquira confiere sentimientos de identidad local, regional y nacional, sensibilización social, revaloración cultural y fortalecimiento de la memoria colectiva, transmitiendo a las futuras generaciones para su salvaguardia y protección.

El carnaval en Haquira es un tiempo social asignado en el calendario litúrgico como el momento de la desinhibición y coincide con el tiempo del phoqoy (maduración) del calendario agrícola tradicional que en conjunción hacen el espacio de los primeros amoríos, la reproducción de los animales y las primeras cosechas. En resumen, es la renovación y fortalecimiento de nuestras vidas.

El carnaval haquireño es una fiesta compuesta por ritos, bailes y cantos que se transmiten de forma social de generación en generación y son recreados constantemente por sus propios portadores, adaptándose a las nuevas generaciones y desafíos de la época contemporánea. El valor de esta fiesta, de acuerdo con lo establecido por la Unesco, yace en sus características de tradicional, contemporáneo y viviente en un mismo tiempo, es integrador, representativo y basado en su contexto. Posee todo un sistema de conocimientos y técnicas (saber y saber hacer) que se transmiten por generaciones. El valor social y económico de esta transmisión es pertinente para la población.

Esta fiesta de carnaval difiere del carnaval urbano que tiene elementos foráneos, puesto que el carnaval rural andino conserva una serie de actividades, rituales, que son propios al calendario agrícola que corresponde a la maduración de los frutos, y están asociadas al pukllay (juego). En las diferentes actividades existen competencias físicas y juegos entre jóvenes de uno y otro sexo, así como entre comunidades, ayllus y familias para exhibir sus habilidades. Compiten midiendo fuerzas, destrezas en las carreras de caballos, talento en la música o habilidad en los bailes. Son populares las fechas de compadres, comadres y el domingo de carnaval, en el que se juega con agua, pintura, talco, serpentina y picapica. Tiene como característico a la qashwa que es canto y danza colectiva, cada una de ellas lleva una vestimenta elaborada por artesanos locales que emplean los materiales de la zona. A esto se agrega la gastronomía que en la zona es muy conocida el t’impo que lleva de ingredientes a los productos de la zona con la carne de cordero y lo presentan como un fiambre de tamaño comunal.

En el caso de las danzas del carnaval haquireño vemos un fenómeno de la modernidad que consiste en la puesta en escena de un sistema movimientos corporales rítmicos acompañados de música, pasos, coreografía expuestos de forma teatral en un escenario competitivo. La danza, si bien es una forma más del baile del carnaval, es una forma de transmisión rápida de la expresión de los carnavales que se realiza de forma institucional y congrega principalmente a la población joven. Es así que desde los años 2000 es una costumbre realizar los concursos de danzas de carnaval en el distrito de Haquira.

La puesta en escena de diferentes danzas del distrito está basados en el canto y baile de la qashwa tradicional y comunitaria. Los diferentes barrios de la capital distrital y las comunidades campesinas tratan de resumir el proceso de los carnavales o bien buscan caracterizar algún aspecto del carnaval. Es así que en el distrito de Haquira se preparan varias danzas con varios motivos del carnal y con diferentes estilos debido a las influencias culturales de los distritos vecinos. Es así que en las danzas de la capital distrital retratan el viaje al cerro Llaveq para la costumbre del t’ikapallay (acopio de flores), el mismo momento del recojo de flores, el rapto de la pareja, el llanto que deja el carnaval conocido como waqanki, los días de compadres o bien un resumen de todo el tiempo de los carnavales.

Para esta ocasión se expondrá algunos alcances sobre uno de los aspectos fundamentales del carnaval andino expresado en una danza que relata con metáforas sobre la búsqueda de la pareja formal dentro de un contexto de los primeros amoríos. Se tiene entendido que toda sociedad tiene un sistema cultural de la formación de las parejas y ello esta basado en un contexto de romance y pone en el epicentro al amor. Es así que en el mundo andino los inicios amorosos se pueden dar en tiempo de sequía en contexto pastoril o bucólico y tiene como metáforas a las figuras de animales y accidentes geográficos del mundo salvaje; mientras que en la época de lluvias con el contexto de los carnavales los amores son bélicos y se trata de mostrar la valentía y la lucha ritual en un contexto de fiesta. El carnaval tiene forma tumultuosa, desordenada y peligrosa.

En esta danza el carnaval por sus características caóticas llega en forma de fuertes tormentas generando crecidas de ríos, deslizamientos, y pasiones desenfrenadas. La figura simbólica de esto es el canto que versa la llegada del carnaval con vientos y lluvias. A esto, surge la contraparte del dominio de la cultura que le hace la resistencia con la figura de algún pájaro conocido como el cóndor o el pájaro carpintero sobre una fortaleza o un peñasco que tratara de resistir los embates del carnaval. En este antagonismo se pondrá a prueba el amor en el que los jóvenes solteros trataran de conquistar un nuevo amor y los casados trataran de afianzar sus relaciones ya conformadas. En esta danza los cantos se hacen en primera y segunda persona y se emplean metáforas de la amada con las aves de la tuya, paloma, pariguana y el amante se representa con el picaflor, águila, cóndor y loro.

Luego del anuncio de la llegada del carnaval hay una resistencia del dominio de la cultura circunscrito al pueblo a una familia. Es ahí que el joven postor desafía al amor sometiéndose a pruebas y ante el primer fracaso da sus lamentos ante su amada y esto lo representa en la canción Tuyaschallay que dice que un gran rio intenta desaparecer al joven que desafía el amor. Es ahí que los jóvenes amantes se encuentran en el contexto de los carnavales y es propicio para que se unan al igual que las aves. Seguidamente, el joven amante encuentra cierta correspondencia de la amada y esta le propone irse lejos de sus familias debido a los impedimentos de matrimonio. Luego surge el momento del nudo de esta narración, cuando los jóvenes amantes no se sienten preparados para una nueva relación y sienten no poder contra los impedimentos sociales y económicos. En este momento surge el llanto, la tristeza y el dolor profundo por no poder escapar de las constricciones del momento y esto esta en el canto Siwarqente, en el que el picaflor que puede ser un aliado del joven amante que cumple la función de mensajero le anuncia que a la amada ya la comprometieron con otra pareja. Seguidamente la mujer amada encuentra un aliado que le puede hacer retornar al gran camino que conduce al futuro y este aliado es el Aguila, del cual hay un canto que narra de forma literal este pedido. Así como el muchacho amante realiza desafíos, la joven amada en reciprocidad también realiza desafíos y uno de ellos es su viaje ilícito donde el amado representado por el condor y conoce que la convivencia será complicada y se canta en contra punto la canción Condor Phuruschallay. Los amantes al ver que ambos se corresponden en el amor deciden quedarse juntos a pesar de las dificultades ya que hacen analogía con las aves que sin tener nada pueden construir su nido y esto se canta en la canción Ay Lorito que no tiene nada de comer en época de sequias y tiene que esperar a las lluvias y la pareja pone sus esperanzas en la papa y maíz que ya están produciendo. Finalmente se retoma la idea de que están en medio de la tempestad del carnaval y los vientos que arrastran a cualquiera les terminara arrastrando sin destino fijo pero juntos en pareja.

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